lunes, 28 de abril de 2008

Depor 2 - Barça 0 (Liga, 26 de abril de 2007)

Afortunadamente, no vi el partido. Por lo leído, fue patético. Lo más positivo del encuentro es que el mecagontódromo ha creado escuela en la prensa deportiva. El 1x1 del Sport es digno de mí. Por fin se empiezan a publicar "las crónicas que todo aficionado culé quisiera que sus jugadores leyesen". Vean, vean:


PINTO: 4 Nervioso. No tuvo un buen debut el meta andaluz. Excesivamente inseguro en todas sus acciones, nunca dio solidez bajo los palos. Txiki ha de tomar nota.

ZAMBROTTA: 4 Empanado. El italiano nunca se encontró cómodo con la presencia del habilidoso Lafita. Se le vio sin mucha ambición y pensando más en el martes.

THURAM: 3 Momificado. El central ya no está para estos trotes. Su aportación al equipo fue tan lamentable que se convirtió en el mejor aliado del Deportivo.

PUYOL: 5 Desbordado. Encontrarte con unos compañeros que están pensando en todo menos en jugar no debe ser fácil

SYLVINHO: 4 Alocado. Cortó en seco su progresión, realizando el peor partido de la temporada. No dio una a derechas, ni en defensa ni en ataque.

TOURE: 6 Sufridor. El marfileño realizó una primera parte aceptable, aunque cada vez que recibía un golpe del rival daba la sensación que se rompía.

MARQUEZ: 2 Despistado. Los dos goles llegaron por culpa del central azteca. La verdad es que es una suerte que el martes no esté en Old Trafford.

GUDJOHNSEN: 4 Errático. Pedirle a Eidur que maneje la pelota y que intente jugar es como poner un oso polar en las Bermudas y esperar que viva feliz.

GIOVANI: 4 Noqueado. Si en la primera parte no hizo mucho, en la segunda ya no hizo nada. Su excusa será que el golpe de Aouate le dejó ‘groggy’..

HENRY: 4 Apático. Tocó un balón con criterio y nada más. Si su aportación en Old Trafford ha de ser ésta, mejor apaga y vámonos. ¡Espabila ya!

BOJAN: 5 Perdido. El canterano fue el único que intentó desbordar por su banda, pero esta vez con escaso éxito. En la segunda parte ni se le vio.

DECO: 5 Desesperado. Un ganador como él no se merece salir en un partido así y con unos compañeros así.

EDMILSON: 4 Conformista. Salió para dar unos toques y empezar a preparar su salto, que no asalto, al Villarreal.

EZQUERRO: 1 Nefasto. Tocó un balón. No está mal, sobre todo valorando su rendimiento esta temporada.

lunes, 21 de abril de 2008

Barça 0 - Espanyol 0 (Liga, 19 de abril de 2008)

Al final bajé al bar a verlo. Craso error...

Valdés: Suerte que no tuvo faena, porque lleva un mesecito que deu n'hi dó. En Huelva regaló el partido (con la inestimable ayuda de "Aníbal2, que se ve que cuando se juega a las 22.00 h. se ve que no rinde... ¿y cuándo lo hace?). Inició un par de buenos contraataques atajando bien por alto y sacando rápido para Bojan. No recuerdo que le chutaran a puerta

Sylvinho: Por poco que haga, es imposible hacerlo peor que el engañabobos. Sacó un par de buenos centros, más que nada porque sabe en qué momento arrancar la carrera para desdoblar a su extremo. No como el idiota del negro, que se pasa todo el puto partido corriendo como un pollo sin cabeza y no distingue una jugada de la otra. Un buen carrilero sabe cuándo hacer pausas y cuándo correr la banda. Y también sabe que no siempre se hace el sprint para recibir. A veces, es suficiente con llevarse al central que acude a la ayuda de su lateral, para que nuestro extremo pueda hacer el 1 contra 1 hacia dentro. Se entendió bastante bien con Bojan.

Puyol: Tras una temporadita lamentable, parece que ha vuelto a coger el tono últimamente. En casa contra el Schalke fue el mejor (aunque gracias al amigo Aníbal le enseñaron una tarjeta que le impedirájugar la ida de las semis), y en campo del Recre, poco más pudo hacer. En el derby, estuvo como todos los defensas: ni bien ni mal ni todo lo contrario. Hacia el final le sustituyó Márquez -supongo que para ensayar de pareja con Milito para el Man- que se limitó a poner tres diagonales de 50 metros en los pies de Bojan. Nos conformamos con poco, pero es que la mayoría de los defensas y centrocampistas del equipo no saben hacer ni eso. De hecho, sólo Márquez, Edmilson y Ronaldinho saben hacerlo en esta plantilla. Tan triste como cierto.

Milito: Otro que está fatal de un tiempo a esta parte. Les debieron poner polonio 210 en algún té durante la pretemporada y aún están con las secuelas. El sábado participó más en la construcción juego que otras veces, cosa que no es muy buena noticia. Hombre, mejor que Puyol lo hace, pero se piensa que la puede poner donde la pone Márquez...y no.

Zambrotta: Da un pasito para adelante y tres para detrás. Eso me acojona, porque contra el Recre y contra el Espanyol fue de los menos malos, lo que me incita a pensar que está preparando una de las suyas para el próximo partido. Dos datos: 1) dicen que tiene un pie en el Milán; y 2) todo indica que el miércoles tocará cubrir a un tal Cristiano Ronaldo. Porco Dio! Que nos pillen confesados.

Touré: Le deben haber aumentado la dosis de Voltarén porque ya no deambula por el campo encorvado como si fuera el primo hermano tutsi del maestro Yoda. Ante el Espanyol se hizo un hartón de recuperar balones y resolver errores ajenos. Pero vamos, que como le pongan a Xavi e Iniesta de acompañantes, a los 20 minutos estará fundido de chocar con Anderson, perseguir a Scholes y saltar de cabeza con Carrick.

Guddy: Típico caso de buen jugador odiado por el público ignorante. Hizo una primera hora memorable contra el Recre, hasta que se fundió. Y contra los pericos estuvo en todas, aunque no estuvo afortunado en casi ninguna. La diferencia es que a él no le perdonan ni media, y por eso, con el benepácito de los borregos, se quedó en la caseta a la media parte. Por él salió Iniesta, que hace un tiempo que dejó de ser "el mejor en cada partido (que no estaba Messi)" para pasar a ser "el mejor en la mayoría de los partidos (que no está Messi)". Andrés está jugando muchísimos minutos, y eso pesa. Aun así, no se la quitan ni a cañonazos, pero cada vez es más raro ver esos cambios de ritmo con el balón pegado al pie. Pero con él no hay dudas, faltaría más...

Xavi: Otro partido burocrático. Me recuerda a uno de mis jefes: se desentiende con habilidad de las tareas farragosas (defender) y siempre está ahí cuando se trata de dar el pego (toquecito por aquí, la ruletilla por allá, un pasecito a tres metros para que me la devuelvas, etc). Sólo debería ser titular ante el Manchester si Iniesta juega de falso extremo. Si no, al banquillo. No nos podemos permitir escaqueaos en esos dos partidos.

Bojan: Ni fu ni fa. Lo están excponiendo demasiado y empiezan a vérsele mucho los pocos defectos que tiene. Se precipita en algunas ocasiones (en la primera parte, un pase claro a Eto'o, que le desdoblaba); en otras, como le pasa a Messi, busca lo más complicado (casi al final, en un balón franco para chutar dentro del área). En fin, necesita parar un poco y reflexionar. Tiene todo el tiempo del mundo para demostrar todo lo que vale.

Eto'o: Lo intentó todo y no le salió nada. Pudo hacer tres y hasta cuatro, pero las falló todas. Mucho no se le puede reprochar, porque estuvo en todo momento donde tenía que estar. Pero claro, hay que meterlas. Porque si no, corres el riesgo de que la gente piense que ya no sirves.

Giovani: No durará mucho más aquí. Al parecer, todo el mundo le tiene manías. la prensa, la aficioón e incluso los compañeros (ayer le cayó más de una bronca, alguna de pesps pesados como Xavi). Parte de culpa tendrá, porque va totalmente a la suya en el campo, pero tampoco le ayudan mucho. Es una lástima porque con la rápido que es podría funcionar como "alternativa Giuly": de pase largo y a correrla. A la media parte salió Messi, que en un minuto creó más sensación de desequilibrio en el Camp Nou que todos sus compañeros en el mes largo que ha estado ausente. El problema es que lleva mucho tiempo sin acabar ni una.

Previsión para la eliminatoria contra el Manchester:

Sólo hay una opción que pasemos: dando lo mejor del equipo y teniendo con mucha potra. Se han de dar las dos circunstancias. Si no, ni de coña. Porque la tostada no cae dos veces seguidas por el lado no untando de mantequilla. Por mucha potra entiendo: un penalty y expulsión de su portero en el minuto 3; una lesión de Cristiano Ronaldo; un arbitraje caserísimo que descentre al rival; etc. Si no, nanai.

Teniendo lo que tenemos, yo saldría con: VV - Zambrotta, Milito, Márquez, Sylvinho - Touré, Xavi, Guddy (a falta de Deco) - Iniesta, Eto'o, Messi

Me conformo con un honroso 0-1 aquí y un no demasiado hiriente 2-0 allí.

miércoles, 16 de abril de 2008

Tiempo de yoyas

Estaremos todos de acuerdo en que no hay disciplina de la vida que cuente con un mayor número de mequetrefes de que se creen (nos creemos) en posesión de la verdad absoluta como las discusiones futbolíticas. Estamos rodeados de pamplinas que opinan sobre fútbol sin otro conocimiento de causa que su criterio, que consideran tan válido como cualquier otro. Esto pasa también con otros menesteres, como la política o el sexo, materias sobre las cuales no es óbice ser un completo ignorante para emitir juicio. Es más, pasa lo contrario: cuanto menos se sabe de una materia, más fácil es opinar, y viceversa.

Y el fútbol se lleva la palma. Supongo que un divertimento en el que 22 tipos con calzones patean un esférico, escupen a la hierba y gritan como poseídos a otro tipo que viste de negro e imparte justicia a ritmo de silbato no invita a la reflexión como parte del proceso opinativo. Imponen más esos entrajados cuyos sueldos pagamos entre todos aunque se comportan como hooligans en el Parlamento. Se supone que para terciar en las discusiones que mantienen estos profesionales de la se requiere cierta formación. Aun así, también hay quien teoriza, entre calada y trago de birra, sobre los debates parlamentarios que emiten por la tele.

Yoya por aquí; yoya por allá

Uno de los momentos más sublimes de la historia de los reality shows en España es el protagonizado por Carlos "el Yoyas" en el primer GH (o el segundo, no me acuerdo). Supongo que nos marcó tanto por la novedad, ya que por entonces la telebasura estaba en su edad más temprana. Hoy, en su apogeo, estas cosas pasan casi desapercibidas. Recordémoslo, vale a pena:



Siempre me gustó esa expresión. Imborrable. Y ahora que le he encontrado otra acepción me gusta más aún. A saber:
  • yoya. 1. f. Golpe efectuado sobre la mejilla y/o colleja de un "pringao" con la mano "to abierta" dibujando un recorrido de 180º, a la manera de un drive. Si impacta de lleno sobre el objetivo se suele decir que el pringao "se la ha comío entera". Galleta, meco, cate, guantá, etc.
  • yoya. 2. m. Atribución sobre el acierto o verdad de un presunto vaticinio y/o conjetura, realizada normalmente en un foro público.
Sea donde sea, discutas con quien discutas, más pronto que tarde alguien (normalmente, el que menos tiene que hablar) empieza a soltar yoyas: "Yoya dije que había que vender a Ronaldinho en verano"; "Yoya advertí que Henry estaba acabado"; "Yoya veía venir que aquest any tampoc", ...

En tiempo de yoyas, merece la pena recordar que sólo lo que
en su día quedó escrito retrata, para bien y para mal, a los repartidores de yoyas. En mi caso, escribí de Ronaldinho el 1 de junio de 2006, días después de ganar la segunda Copa de Europa: "Se paseó durante todo el partido pero estuvimos allí gracias en gran parte a él". No he editado este texto desde entonces. Yoya lo advertí...

Mi yoya: Bojan, aún no

Tiene poco mérito seguir con el mecagóntrodomo en tiempos de yoyas. Por eso, porque yoya lo veía venir a media temporada, abrí este blog. Y por eso, me apetece criticar al que probablemente sea el único jugador de la plantilla del que nadie osa rajar: Bojan.

Bojan está verde, verdísimo. Por una buena jugada que hace, toma cinco malas decisiones. Ha hecho muy buenos minutos, sobretodo cuando ha salido del banquillo o cuamdo se ha enfrentado a sistemas defensivos débiles (Valladolid), pero su aportación cuando ha salido de titular no ha sido mejor que la de Henry. Saviolea. Esto es, pasa desapercibido durante muchísimos minutos de demasiados partidos, y contra rivales de entidad aún no ha demostrado nada de lo que estoy seguro que será capaz de hacer. No es culpa suya, claro. Pero la situación del equipo y del club es tan lamentable que nos hemos visto obligados a ponernos en los pies de un niño al que apenas le ha surgido el vello de los cojones.

Analizemos la actuación de Bojan en los últimos partidos, desde la vuelta de las semis de Copa hasta el partido contra el Recre:

Barça 4 - Valladolid 1 : Fue el mejor, el único. Metió dos y dio otros dos. Irreprochable;
Betis 3 - Barça 2: Bien. Mientras él estuvo en el campo, el equipo ganaba 0-2. Marcó el primero,
Schalke 0 - Barça 1: Marcó el único gol, el de la victoria, porque estaba donde tenía que estar. Y no hizo nada más: no participó en el juego de ataque y no creó peligro en todo el partido;
Barça 0 - Getafe 0: Más o menos participativo en la primera parte y absolutamente ausente en toda la segunda. Hizo más Giovani, mucho más incisivo y profundo;
Barça 1 - Schalke 0: Inició la jugada del gol, pero su primera parte tuvo mucho de deseperante. Perdió muchísimos balones en pases fáciles y se precipitó en jugadas claras de contra. En la segunda jugó mucho mejor (peor era casi imposible, teniendo en cuenta lo fácil que era ganarle la espalda a un lateral que hacía de extremo cada viaje). Creó varias jugadas de peligro por la banda derecha antes que lo cambiaran por Giovani, decisión silbada por los borregos del Camp Nou. Yo tampoco estuve de acuerdo con el cambio: se tenía que haber quedado en la caseta ya en la media parte;
Contra el Recre no jugó.

En definitiva: Bojan sí, pero no todavía. Bojan no es Messi. No es un indiscutible fuera de serie. Es un superclase, sí, pero está jugando demasiado en muy poco tiempo. Messi no jugó ni mucho menos tanto en su primera temporada en el primer equipo. Y bien que nos ha ido. Ya es hora que alguien diga que Bojan, de titular, no está funcionando. Y que no debe jugar de salida contra el Manchester. Será una presa fácil para Silvestre, Vidic o Ferdinand. Si la cosas se pone fea, que se pondrá, que salga a partir del 65'.

jueves, 3 de abril de 2008

El hundimiento

Estoy indignado. Hasta hace poco, la gente culé con criterio como yo podíamos resguardarnos en el refugio de las casas de apuestas para atenuar la tormenta de mal gusto y peores resultados de nuestro equipo. El Barça ha sido un chollo para un apostador inteligente durante dos largos años. Ahora ya ni eso: el sábado, no había ni una sola casa de apuestas que pagara la victoria del potente Recreativo de Huelva frente al Barça a más de cuatro euros y pico. Un antibarcelonista se quejaba en la redacción de tv3 de que se le ha acabado el cuento (y los beneficios, porque él ha sido otro de esos apostadores inteligentes).

No he visto ni un partido entero del Barça desde la vuelta de la Copa en Valencia. Sólo ratitos de algunos partidos. En la mayoría, ni eso. Han sido seis partidos, cuyos resultados han sido:
  • tres victorias, ante Valladolid y Schalke en casa y en Alemania contra el propio Schalke, ese gran equipo al que el Werder Bremen metió 5, por no meterle 8, el pasado sábado, y que ha destituido a su entrenador ipso facto (no me extraña, porque ser eliminado por el Barça tiene delito);
  • dos meritorios empates contra sendas potencias: el Getafe, que venía de empatar en el campo del Bayern e hizo lo propio en el Camp Nou y el Recreativo de Huelva, con dos goles de un tal Marcos Ruben, un jugador que ni siquiera estaba indexado en la base de datos de la cosa nostra, con lo cual tuvieron que poner en el teletexto que había marcado Sinama Pongolle...;
  • y por último, una honrosa derrota en el Ruiz de Lopera, el fortín medieval del que el pasado domingo se llevó tres puntos el Levante, ese otro gigante del balompié.

Ahora me gustan otros deportes

Lo he intentado todo para evadirme. Deje de escribir en el blog. Fui un par de veces al Palau a ver al AXA Barça... hasta que el Maccabi de levantá nos eliminó de la Euroliga en otra memorable actuación de Lakovic, al más puro estilo Abidal (Aníbal, como le llama mi padre). Después lo intenté con el balonmano, pero el partido que vi resultó ser la goleada más abultada encajada por el Barça en toda su historia continental. Resultado: una poca mierda que se van a comer las dos secciones este año.

Por suerte, enganché por la tele un deporte vibrante del que quéde prendado. Se enfrentaban dos equipos ingleses: unos de rojo contra otros de blanco. El juego me recordaba vagamente algo familiar, pero no acababa de ubicar el tema. Había 2o tipos corriendo como desesperados detrás de un esférico que los más hábiles pateaban con bastante habilidad. Al final ganaron los de rojo y recibieron la ovación de toda la gente que presenciaba el evento. Fue emocionante y divertido.

Una semana después vi otro de esos espectáculos. Debía ser una ocasión especial, porque el Rey y el Príncipe estaban en el palco. Me desconcertó que uno de los contendientes en esta ocasión era el Getafe, el mismo equipo que había disputado unos días antes un partido de fútbol en el Camp Nou. Pero jugaban a una cosa distinta. Esos corrían, se enfadaban si cometían un error y cuando venía la pelota por el aire, saltaban para tocarla. Fue curioso comprobar cómo un chico que respondía al nombre de Cortés hizo una carrera de 60 metros con el balón controlado 117 minutos después que diera comienzo el encuentro. ¿Qué deporte sería ese? Parecía entretenido...

Al loro ¿eh? ¡Que no estamos tan mal!



Ho haveu vist, oi? Ho haveuuuuuu viiiiiiist o no? ¡La culpa es de los embaucadores¡ ¡Que no estamos tan mal, hombre! ¡Al loro! En fin, hay que disculpar al pecident Laporta. Se pasó de la raya, pero el pobre no está bien... Tal vez debería pedirle consejo a Coto Matamoros. O fichar a Julio Alberto para el cuerpo técnico. Estas personas le podrían asesorar con su problema. Y ya que estamos que se haga acompañar en la terapia de Ronaldinho y Deco. Puede que solucionásemos varios enigmas de un tiro.


Mañana sigo...



jueves, 20 de marzo de 2008

Valencia - Barça (Copa, 20 de marzo de 2008)

No es que no quieran, sino que no pueden. No tienen más.

El Barça ha quedado eliminado contra una boñiga de equipo que se ha cagado en los pantalones cada vez que nos acercábamos al área. Es lamentable. Han tenido suficiente con el sacrificio: Villa y Joaquín replegándose a las bandas cada vez que el Barça sacaba de fondo. Lo más triste de todo es que el Barça ha merecido pasar: en la ida hizo uno de los dos mejores partidos de la temporada, y sólo su portero les mantuvo vivos; en la vuelta, sin hacer nada, han podido ganar perfectamente. El Valencia ha tenido mucha suerte y en el Barça hay mucho desgraciado, en el mal sentido de la palabra.

La alineación de Frank ha sido casi correcta, la que pedía yo en el último post con dos diferencias: Puyol ha sido titular porque con Márquez no va la cosa; pero lo que no tiene perdón de Dios es la alineación, día sí y día también, del gran engaño de este equipo (uno de ellos): Abidal. Ni ataca ni defiende bien. El entrenador ha tenido que malgastar un cambio en la segunda parte para sacar a Sylvinho. Y a los cinco minutos de salir, un centro con sentido y un gol. Una (otra) para el debe del míster.

Mañana a las cinco me voy de viaje y no hay ganas para más que un par de líneas por mercenario:

Valdés: Desafortunado. Le han chutado cinco veces a puerta en toda la eliminatoria y han hecho cuatro goles.
Abidal: Engañabobos. El gran bluff de este equipo, junto con su compatriota. Es nulo en ataque, no contribuye a la circulación fluida del balón y en defensa no se ha impuesto a Joaquín.
Puyol: Acabado. No puede jugar de central porque ya no está para eso. De lateral aún puede engañar porque la competencia (Zambrotta, Oleguer) es aún más lamentable que él.
Milito: Desconcertado. Ni rastro del jugador de la primera vuelta de la Liga. Un peligro para su propio equipo con el balón en los pies y acelerado en labores defensivas. Otra vez se ha comido una finta en el 3-1, como en los últimos cuatro partidos.
Zambrotta: Indigno. Ha regalado el balón en el 1-0. Su temporada es vergonzosa.
Touré: Lisiado. Un jugador lesionado no puede jugar la vuelta de una seminifinal copera. Ha perdido cuatro bolas en campo propio en los primeros 20 minutos.
Xavi: Naufrágo. Otra vez desaparecido hasta el minuto 80. Koeman le ha puesto un tío encima y no ha podido o no ha sabido entrar en el partido.
Guddy: Perdido. No sé de qué ha jugado. Iniesta le ha comido el sitio en la primera parte y en la segunda, más adelantado, ha hecho entrado más en juego, pero sin incidencia.
Iniesta: Penitente. Cada partido es un castigo para él. Su primera parte ha sido primorosa. Todo lo bueno del equipo ha salido de él, pero no puede ganar los partido él solo.
Bojan: Responsable. En la segunda parte se ha dado cuenta que es la mejor opción del equipo en ataque. En cuanto le han ubicado en el centro el equipo ha empezado a crear peligro.
Eto'o: Desquiciado. No ha hecho nada bien. En la imagen de la impotencia de este equipo.

Henry: Incrédulo. Ni marcando el gol de la esperanza se viene arriba. Lento, desubicado, desconectado y sin confianza alguna en sus piernas.
Sylvinho: Desaprovechado. Era un partido para ponerle de titular. Es el único lateral de la plantilla que sabe poner un centro. Da igual que no defienda un pimiento. El resto tampoco lo hace.

Ale, me voy a la cama que mañana a las 6 h. me voy a Granada.

martes, 18 de marzo de 2008

Almería - Barça (Liga, 18 de marzo de 2008)

Hace ahora justo un año, Martí Perarnau escribía en su difunto blog sobre la muerte del Decosistema, la doctrina que nació la semana del 0-3 en el Bernabéu (parece que fue hace siglos). El Decosistema se regía básicamente por las mismas normas de lo que Andrés Montes conocía como el artículo 32: "hago lo que quiero, cuando quiero y como quiero". Montes se refería entonces al abrumador dominio bajo los tableros del Shaquille O'Neal de los Lakers. Hacía lo que quería con sus rivales. El Barça del Decosistema, igual pero diferente: hacían lo que querían, pero no sólo con los rivales. También con el cuerpo técnico (sobre todo a partir de la marcha de Ten Cate, el profe chungo), con la directiva de Laporta (el presidente que está encantadísimo de haberse conocido) y también con los socios y aficionados (cegados desde aquella exhibición en Chamartín).

Desde entonces, sólo ha cambiado una cosa: ahora son los rivales, cualquiera de ellos, quienes hacen lo que quieren con el Barça. El Decosistema ha sido sustituido por un no-sistema. La nada. Decía ayer Txiki que lo que le falta a este equipo es liderazgo. Si sólo fuera eso... Pero no le falta parte de razón. En la plantilla del Barça sólo hay dos o tres líderes natos: uno es Deco, que ya ni quiere ni puede hacer nada más de lo que ha hecho por el Barça; el otro es Milito, que acaba de llegar y aún no conoce la complejidad del club; y entre los canteranos, yo me quedaría con Valdés. Ninguno de estos tres jugadores son actualmente capitanes. Sí lo son Puyol, Xavi y la morsa borracha. O sea, uno que no tiene madera, otro que la podría tener prefiere ir a lo suyo y el tercero es, de facto, el cáncer del vestuario. Pues así vamos.

Huelga comentar el partido contra el Almería. El equipo no está para ganar en campos como el del Almería, aun con las bajas de la morsa borracha y el putero (nótese que la acotación que se pretendo con el "aun" es indicativa de una ventaja y no de un inconveniente). Los dos únicos que dieron la cara fueron Iniesta y Bojan. Henry salió e hizo una. No está mal si atendemos de dónde venimos (la morsa lleva 2 años sin superar a laterales tan o más mediocres que Aitor López Rekarte).

Por líneas

La defensa fue un absoluto desastre: Puyol demostró una vez más que está acabado en esa carrera que Crusat le ganó con pasmosa facilidad y que acabó con tarjeta para el flamante capitán; Abidal no sólo fue culpable de los dos goles, sino también cómplice de la expulsión de Milito, que tuvo que salir a tapar la parcela izquierda porque el lateral no estaba donde tenía que estar; el propio Milito lleva 2 semanas horribles, y cuando no hace pareja con Márquez parece perdido; y por último Thuram, al que no se le puede pedir mucho más porque no sabe más de lo que muestra.

El centro del campo, sin Touré, es un coladero. A Edmilson no se le puede pedir que rinda en esa posición si juega un par de partidos al mes; Guddy, para mí de lo mejorcito, aunque los ignorates lo critiquen no sé muy bien en base a qué argumentos; y Xavi, missing durante todo el partido y desperdicando el 90% de los córners y faltas laterales que lanza. Pegarle a la bola por abajo y que caiga al área con nieve también lo sé hacer yo...

Arriba, bien (sin alardes) Iniesta y Bojan y desconocido Eto'o, que lleva dos o tres partiodos corriendo como un pollo sin cabeza y sin olerlas. Henry, el rato que salió, no desentonó de la mediocridad general: hizo una buena jugada en el 1-2 y perdonó miserablemente el gol de la sentencia. Yo hubiera sacado un ratico a Víctor Vázquez en el puesto de Guddy, pero tras la expulsión de Milito el míster optó por sacar al tronquito de Víctor Sánchez, que no lo hace mal allí donde le pongas... pero tampoco muy bien.

Y el jueves, el Valencia. Apostaría por una derrota 3-1, pero resulta que tanto la morsa como el putero se han vuelto a borrar. Si se recuperaran el Márquez y Touré, podemos salir con un equipo presentable: VV - Zambrotta, Milito, Márquez, Sylvinho - Xavi, Touré, Guddy - Iniesta, Bojan, Eto'o. Pero vamos, que seguro que Frank mete con calzador a Puyol y vuelve a colocar a Henry en detrimento de Guddy o Bojan. A las malas, nos echa el Valencia, nos mete 3 el Schalke en la ida de la Champions con la morsa y el putero de titulares y peta todo. Ya iría tocando...

lunes, 10 de marzo de 2008

Las tres marías: mierda, mojón y porquería

Ayer pasé un tarde muy entretenida. Postrado en cama con la resaca del dolor de lumbago que me dejó clavado la madrugada del sábado antes del concierto del los Herederos del taxi, ir al Camp Nou no entraba en mis planes. Como la tarde era desapacible, no hube ni de preocuparme de dejarle el carnet a Angelito (compartimos un abono que no pagamos ni él ni yo), ya que él tuvo suficiente con el debut de Clemente en el Murcia y no tendría el cuerpo para más disgustos. Los 50.000 que fueron al campo debían ser guiris o aficionados con vena inglesa. Yo, por mi parte, me estiré en la cama, me enchufé la esterilla y me tragué las carreras de motos.

La idea era bajar al bar a ver el partido por la tele, pero también dimití de eso por tres razones:

1) las carreras de 125 y 250 cc habían sido emocionantes;
2) jugaban de inicio las tres marías en la delantera;
3) ya me había leído El País y paso de ir a ver un partido del Barça sin ninguna válvula de escape

Y como el apóstol Pedro (era Pedro ¿no?), aún negué una tercera vez: después de desechar las opciones de ir al campo y ver el partido por la tele, desestimé también escucharlo por la radio. Para ser honesto, era mi intención, pero no conté con encontrarme a don Federico, "El glande" en el camino por el dial. Cautivador. Irrenunciable espectáculo en las ondas. Arrebatadora verbogracia. Fue sintonizar la COPE y quedarme enganchado. Que le zurzan al Barça.

Algo vi de la segunda parte por no se qué canal de www.rojadirecta.com, pero Federico y sus secuaces no me permitieron concentrame demasido en el juego. Aunque por otro lado, no había nada que ver. El Barça, sin Messi, es un Madrid cualquiera. Peor, un Madrid sin Casillas y Van Nistelrooy. Es decir, un equipo que no puede aspirar a nada. Un equipo contra el que no hace falta hacer casi nada para ganar. El Villareal hizo poco porque no necesitó más. Estar bien puestos es más que suficiente cuando el rival es incapaz de crear ocasiones.

Un Barça con Henry, Caipirinho y Eto'o no ganará la Liga, no ganará en Mestalla en la vuelta de la Copa y no ganará a ningún equipo medio serio en cuartos de la Champions. Si toca el Schalke y después el Fenerbahce en semis, aún. Si no, nanai. Y digo más: con las tres marías, el Barça no sólo no ganará nada sino que lo tendrá difícil para mantener su puesto de acceso directo a la Champions. El Villareal está desde ayer a cuatro puntos.

Iniesta hizo en el gol de Xavi lo que Caipirinho es incapaz ya no hacer, sino ni siquiera de intentar, desde hace 2 años. Se dice pronto. Henry está para lo que está, y eso no incluye jugar en una línea atacante de tres tíos. Y Eto'o, por mucho que se empeñe en demostrar lo contrario, no puede ni ver a Caipirinho, y eso se nota en el campo. Corre como un desesperado porque es lo único que puede aportar hoy en día.

Mou tiene que venir en junio, pase lo que pase.

Rikjaard es un buen tío, me cae bien. Pero es un mal entrenador. Bastante malo. Creo que es bastante aceptable en lo más díficil (es un excelente gestor de grupos humanos formados por una mayoría de seres humanos con el ego por las nubes); pero pésimo en lo que en principio parece, desde fuera, relativamente sencillo (colocar con sentido a 11 jugadores de elite en un campo de fútbol). Ha sido así desde el principio.

Que venga Mou en junio y más de dos y de tres jugadores no duran ni un día más en el club. De los que cuentan, no Oleguer, Ezquerro (¿aún pertenece al Barça?), Sylvinho, Edmilson, Zambrotta y companía. Caipirinho desde luego ni volvía de sus vacaciones de verano; Henry pedía la jubilación anticipada; Y Eto'o sería bota de oro.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Sin Messi no hay paraíso

¡Equilicuá! I ara què? Ayer por la tarde. antes de ir al campo, pasé un rato por ca eldeu. Hablaba de lo que ha estado hablando todo el mundo: las rotaciones y Messi. A diferencia del 99% de los periolistos que escriben en prensa se decía algo nuevo y distinto a la cantinela de "Messi tiene que jugar siempre". Decía eldeu, mosqueado, que si hubiera alguien en el cuerpo técnico que hiciera bien su trabajo, Messi y Touré no deberían haber jugado ayer contra el Celtic. Alguien debería haberles dicho después de marcar el 2-3 en Glasgow que provocaran su segunda tarjeta. Son los dos jugadores más importantes de la plantilla, y desde anoche uno de los dos vuelve a estar de baja.

Voy a enlazar por tercera vez los dos artículos en los que Martí Perarnau explicaba cuáles son los dos problemas de Leo Messi. El principal es su "fatiga muscular por esfuerzos recurrentes". Si lo sabía Perarnau hace año y medio y lo sabíamos todos los que leíamos ese gran blog, entiendo que tanto los médicos como el cuerpo técnico como el propio jugador eran conscientes del peligro. Y aun así, a nadie se le ocurrió pedirle a Messi que forzara su segunda tarjeta y aprovechase el partido de suspensión para descansar. Máxime teniendo en cuenta que la eliminatoria estaba decidida y que el Celtic es la mayor banda que ha pasado por los octavos de final de una Champions, un equipo que no había metido ni un solo gol como visitante en toda la competición. Era un partido para Sylvinho. Para Guddy. Incluso para Pinto. ¡Para Bojan! ¿Qué le costaba sacarlo para intentar batir el récord de precocidad? ¡Hubiera sido jugador del equipo más motivado de largo!. Pues no. Y ahora, a llorar.

Pero gran parte de la culpa de la lesión de Messi es de Messi. Los que van con tiempo al campo y ven el calentamiento de los jugadores sabrán de qué hablo. Ayer, noche fría y partido desapacible, se pasó todo el calentamiento haciendo toquecitos de balón con su amigo Ronnie. No le vi estirar ni una vez. Y si él es limitado y no entiende lo que se juega, tiene que haber alguien que salga junto a los jugadores al campo y les marque los ejercicios de calentamiento. Y si es necesario que haya un tío exclusivamente dedicado a controlar el calentamiento de Messi, que lo haya.

Un drama

La película que nos espera a partir de ahora es un dramón: los que tendrán que marcar las diferencias delante son dos exfutbolistas (Henry y Ronaldinho) y uno que tiene el virus de la virgueritis (Eto'o). Y ninguno de los tres puede o quiere jugar en la derecha. La mejor solución es que Iniesta sea la opción número 1 en la banda derecha del ataque, y Gio2Santos la segunda. Pero evidentemente eso no ocurrirá: la primera opción de Rijkaard será salir con los tres mediáticos, y que los dos exfutbolistas se vayan turnando en la banda. Si tuviera que apostar ahora mismo, lo haría por otra temporada en blanco.

martes, 4 de marzo de 2008

Atlético de Madrid - Barça (Liga, 1 de marzo de 2008)

Hace tres días que se jugó el partido y no hay periolisto que no haya dicho, haya escrito o haya insinuado que el Barça perdió en el Calderón porque Rijkaard reservó a Messi. ¡Venga hombre! ¿Qué coño hizo Messi en los casi 40 minutos que estuvo en el campo? ¡Nada de nada! Salió con 2-1 en contra y no hizo ni una jugada reseñable hasta el minuto 93, con el partido perdido, cuando se marcó un slalom que acabó con en una mano a mano entre Eto'o desperdició ante Abbiati. ¿Entonces? ¿En qué quedamos? ¿Vamos a ponernos a llorar cada vez que no esé Messi? ¿Qué hay de los otros veintipico cracks de la plantilla? ¿No valen para ganar al Atético de Madrid de Pablo, Perea, Antonio López y Valera? ¡Por favor! Si hasta he tenido que buscar el nombre del cuarto defensa porque ni sé qué puta jeta tiene Valera...

No es que esté muy cabreado con la derrota en el Manzanares. Era un resultado previsible, pese a que el Barça venía de hacer los dos mejores partidos de la temporada in a row (Glasgow y en casa contra el Valencia), separados entre sí por una goleada nada significativa contra el Levante. El partido de Glasgow ya lo comenté; no así el del Valencia, que para mí fue uno de los mejores de la temporada, si no el mejor.

Contra el Valencia, el Barça presentó (casi) la mejor alineación posible: VV-Abidal, Puyol, Milito, Zambrotta-Xavi, Deco, Touré-Messi, Eto'o, Henry. Yo de ahí me cargaba a Zambrotta, mandaba a Puyol a la banda y ponía a Márquez , que no estaba disponible, como pareja de Milito. Y por supuesto metía a Iniesta con calzador, aunque últimamente está muy flojito, por Deco o por Henry. Y para según qué partido, me cargaba también a Abidal, que da una de cal y tres de arena (o tres de cal y una de arena, nunca he sabido si lo malo es la cal o la arena). Tres partidos de mierda por uno decente, vamos.

Tuve la suerte de que Peluti y Angelito me permitieron presenciar el partido contra el Valencia en directo. La mejor noticia fue el retorno de la presión que hizo al Barça de Ten Cate (digooooo...del otro negro, el de los petillas) campeón de casi todo. Desde el minuto 1, el Barça apretó muy arriba, tapando todos los escapes de las fuentes de juego del Valencia, que eran unas cuantas porque Koeman salió con todos los peloteros: Banega, Mata, Silva y Joaquín. Fue un gran partido de los dos equipos. El Valencia estuvo los 90 minutos muy bien puesto, y el Barça hizo todo lo que tenía que hacer para dejar la eliminatoria sentenciada. Pero entre la habilidad del portero en el uno contra uno y la incapacidad de los delanteros del Barça para acabar las jugadas, el resultado fue un injusto 1-1. Injusto para los dos: para el Barça, que tuvo que ganar de largo; y para el Valencia, que pudo ganar si el árbitro hubiera visto la infracción de Eto'o en el gol del empate.

El mejor del partido fue Yaya Touré. Menudo superdotado. En el minuto 93, con 0-1 y el equipo volcado, el Valencia sale al contrataque y Touré se pega una carrera de 50 metros para arrebatarle el balón a Villa dentro del área de Valdés. Se gira y vuelve a meterse entre pecho y espalda 30 metros en dirección inversa, con el balón controlado. Combina con Puyol (creo) que se la devuelve, y vuleve a ser Touré el que se mete entre dos tíos y hace el pase a Eto'o (¡buscando la pared!), que entra el el área ayudándose con la mano. En el rebote marca Xavi. He mirado en el youtube y no sale la jugada entera. Es un lástima, porque es un tremendo ejemplo de despliegue físico de un tipo que durante los 92 minutos anteriores había hecho suyo el centro del campo, cubriendo su parcela y parte de las de Iniesta y Xavi. Increíble. Si hay un jugador imprescindible en el Barça, es Touré: ni Milito, ni Messi y, de un tiempo a esta parte, ni siquiera Eto'o o Iniesta. Touré es el único jugador insustituible de este Barça.

También estuvieron muy bien Xavi, que por su inteligencia es el que mejor aprovecha las ayudas que reciben los laterales que maracn a Messi. Así llegó la primera y clarísima (triple) ocasión del partido. Messi volvió loca a toda la defensa, pero no finalizó. Deco robó y perdió 30 balones, con lo cual su balance en la principal misión que se le encomienda (frenar la salida del equipo contrario y contribuir a mantener la posesión de balón lo más cerca posible del área rival) es deficiente. Pero lo peor fue lo de Eto'o: el hermano Samuel se dedicó a hacer el paparina a base de taconazos, fintas y regates inútiles (además de, en su caso, antiestéticos). Hizo todo tipo de memeces, cosas que ni sabe ni debe hacer, la cual cosa (el no hacerlo) le convierte en el gran delantero que es. Cuando Eto'o empieza a querer rematar de chilena una pelota que le viene perfecta para el testarazo, malament rai (¿no os recuerda a otro gran pelotero ese tío?). Y eso pasó por lo menos dos veces contra el Valencia.

Kun la pájara

Ahora que casi acabo mi periodo de sustitución en Tv3 me puedo permitir ciertas licencias en las noticias que me tocan escribir, así que pude rajar un poquito en la crónica. No tanto como me hubiera gustado. Y es que, piltrafillas, informar a Catalunya no es fácil. Es una tarea dura, una gran responsabilidad para con el país. La presión no se ve, no se oye, no te la imponen, pero está ahí. Titulé: "El Barça es deixa tres punts i part del seu crèdit en caure davant l'Atlètic de Madrid (4-2)".

Sabed, gualtrapas, que ese titular lo leería un montón de gente a través del canal 3/24, tal vez alguno de vosotros entre ellos: A buen seguro lo leyó cualquiera de los que fue a correr el domingo por la mañana en las salas de máquinas de todos los DIR de Barcelona y área metropolitana; probablemente lo leyese durante la noche gran parte de la gente que no vio el partido; y estoy convencido que mi amigo José Luis lo leyó de madrugada de vuelta a casa (por qué dormiste en tu casa, ¿no? y más te vale que solito...
te estoy vigilando, que lo sepas...) después de llevar a mi hermana a cenar (¿a un nepalí? ¿pero cómo eres tan cutre? Cómo se lo diga a mi padre te aostia). En fin, que quieras o no, hay que ser prudente. Me hubiera gustado titular con un "Agüero humilia un Barça ridícul en una nova demostració d'ineptitud del cos tècnic i indolència dels jugadors" o algo asín... Pero no es plan. Catalunya no está preparada.

El partido lo seguí más bien poco. Tenía que seguir a la vez el partido de la Penya, y entre eso y que la crónica tenía que estar publicada en cuanto finalizase el partido, no pude seguir la segunda parte. Total, para lo que había que ver: Milito dándose por pasado cada viaje, tirándose al césped antes incluso que el Kun iniciara la finta (el primer y el cuarto empezaron así); Puyol demostrando una vez más que va pasado de vueltas y que ya no está para jugar de central, y mucho menos haciendo pareja con un tío de su corte como Milito; Zambrotta con su empaneti al pesto; y Abidal, que merece capítulo a parte, porque aún me tienen que explicar qué cojones ha hecho este tío para que todo el mundo le considere un portento... El segundo gol del Atlético que se lo apunten: deja controlar a Agüero, no lo encima cuando lo tiene prácticamente acorralado en la línea de cal, le deja centrarse con el balón controlado y le da el espacio suficiente para que meta el pase, que por supuesto no hace el admán de cortar...¡Menudo portento! Eso por lo que respecta a la defensa.

El resto, más o menos lo mismo: Iniesta parece que no quiere seguir tirando del carro con los cuatro fantásticos de vuelta; Edmilson, que no es un recambio ni medio digno de Touré, regaló la pelota en el medio del campo y después no llegó a tapar a Maxi en lo que acabó siendo el 2-1; y Xavi, que sigue siendo de los pocos que aguanta el tipo. Delante, "El xileninha", que hace lo imposible en una décima de segundo y después hace lo posible no por hacer nada en los 92 minutos y 59 segundos restantes; Henry que es como si no estuviera; y Eto'o que ya pasa de morder arriba cuando comparte línea con los dos exfutbolistas. Y si en éstas, él único que tiene desborde sale a pasearse, pasa lo inevitable: que cualquier equipucho mediocre nos gana.

lunes, 25 de febrero de 2008

Barça - Levante (Liga, 25 de febrero de 2008)

Uno intenta resistirse, pero es difícil:



Después del TN de las 21:00 fui a mirar la web del Marca para saber cómo iba el Madrid. Como no ganaba y mi novia tenía el mando de la tele, cogí el mp3 y sintonicé la SER para escuchar la segunda parte. Iba permutando con RAC 1, pero con preferencia por la SER. La temporada pasada me enseñó que cuando se escucha un partido en el que el Madrid no va ganando y los que locutan son culés, acaban marcado siempre; si entre los que locutan hay merengues, sólo marcan casi siempre. Una estúpida superstición como otra cualquiera, pero me funciona.

Sin embargo, en el minuto 63 estaba escuchando RAC1. La narración del gol es brutal. No me reía tanto desde que escuché ¡en un cassette! algunos chistes de Eugenio (sólo audio). La he escuchado cinco veces esta mañana (la locución del gol, los chistes de Eugenio sólo dos). En este momento, hay un enlace al audio desde la portada de la web de El Mundo Deportivo. Si no, se puede descargar desde la página de programación a la carta de RAC1.

El primero que se da cuenta que es orsay es Jaume Mullor. Mientras el zopas que narra está locutando cómo avanza Casquero con el balón, a mi excompañero de facultad Jordi Costa y compañía ya se les está escapando la risa. Atraviesa el centro del campo empujado por los ¡vinga! y ¡va! del equipo de RAC 1, y el grito de júbilo cuando Uche la clava sólo es comparable a los berridos de cuando el gol de Belleti en París.

Aunque para berrido, el mío y el inmediato posterior de mi novia, que dormitaba apoyada en mis tríceps y saltó como un resorte cuando canté el gol. Lo siguiente fue una escena propia de Pepa y Avelino: ella insultándome mientras me sacudía mamporrazos con la zapatilla y yo tratándome de proteger con palabras baldías y el antebrazo. Me llevé una buena y el mp3 se cayó al suelo en la refriega, pero no había quien me quitara la sonrisa de la jeta...

El Barça lo vi muy de rasquis. Llegué al bar con el partido empezado, no tenía sitio y me senté en una esquina con el País. El partido no me interesaba demasiado a priori, más allá de para comprobar el apetito de gol Eto'o. De lo que vi, me gustó el nuevo Xavi, más incluso que el antiguo; Iniesta, cuya actuación en Glasgow me preocupó muchísimo, volvió a ser el de siempre; Ronaldinho fue con mucha diferencia el peor de los tres de delante, aún no se va de nadie y no mete un gol al arcoiris, pero aun con esas credenciales está mucho mejor de lo que estaba, lo que da una ligera idea de hasta qué profundidad de las catacumbas había llegado; Messi hizo lo que quiso y cuando quiso; y Touré, para mí el mejor en Celtic Park, volvió a dar otra exhibición de fuerza, colocación y técnica culminada con un pase con el exterior a lo Michelino a Messi en el cuarto gol.

Pero... siempre hay un pero. O un perro, en este caso: Zambrotta, que ya no sabe cómo arreglárselas para que le mandemos de vuelta a su puta casa. No caerá esa breva. O mejor, no le caerá la higuera entera y le abrirá la cabeza por caradura... El penal que hizo ayer es de juzgado de guardia. Eso sí, seguro que cuando venga con el Milan al Camp Nou en la Champions del 2009 será un muro infranqueable en defensa y una moto en ataque.

jueves, 21 de febrero de 2008

Celtic- Barça (Champions, 21 de febrero de 2008) ¡Viven!

El partido del fin de semana en Zaragoza me dejó mal cuerpo. Fue como un polvo amargo: follas sí, pero cuando el árbitro pita el final y te estás limpiando la lefa con el papel del culo ya tienes el mal rollo enquistado en el alma. Y encima robando. O sea, como cuando te tiras a un adefesio que ni siquiera se lo monta bien teniendo una novia adorable que te espera en casa. Te sientes fatal. Por lo que me han contado, vaya...Que yo no.... ¡Que no, hombre que no! Quita, quita...

Pues el Zaragoza-Barça fue eso. Después de ver cómo Messi se arrastraba por el campo, no quise ni hacer crónica. La película fue tan mala que no había ganas de hacer la crítica. Y encima con truco final, una triquiñuela barata que no sirve para otra cosa que alimentar los lloriqueos de los vikingos y sus secuaces de la prensa. El Barça fue un equipo ramplón: sin velocidad, sin desborde, sin agresividad, sin nada de nada. Ni más ni menos de lo que viene siendo desde París. Con un par de diferencias: Messi era un fiambre más en un equipo de muertos e Iniesta no estaba para desenterrar los despojos.

Déjà vu

Ayer fui a ver el partido con mi padre. Hacía tiempo que no veíamos el Barça juntos. Mi madre ya hace un tiempo que me envía señales de socorro. Y es que cuando el Barça va mal, la convivencia en casa es muy difícil. Siempre ha sido así. Pero ya se sabe: cuanto más viejo, más pendejo. Con un Barça así, cualquier circunstancia puede provocar una batalla campal: un mal gesto, una palabra de más, un estornudo en el momento inoportuno... Son ya muchos meses de un Barça patético, así que fui al rescate de mi madre. Es mi deber como hijo, qué menos.

Fue volver a casa y todo pareció funcionar como en tiempos mejores. Un oasis en medio de la asfixiante vida del joven independiente. Un déjà vu: la cena ¡de dos platos! preparada, el monopolio del sofá, el parte sobre mis últimas actividades (¿El trabajo? Bien; ¿La convivencia? Muy bien; ¿Y hoy qué has comido? Lentejas; ¿Te las ha hecho tu suegra? Sí; ¿Estaban más buenas que las mías?; Estaban bien, pero ni de coña como las tuyas). En fin, lo de siempre, lo que uno se espera cuando va de visita a casa de los padres.

Este muerto... ¿está muy vivo?

Hubo otra cosa anoche que también fue como antes. Pero ésta no la esperaba. Sabe Dios que no. El Barça parecía el Barça de cuando yo veía el Barça con mi padre. ¡Joder si lo parecía! Caipirinho se disfrazó de Ronaldinho; Messi seguía siendo Messi; Henry era lo más parecido a un jugador que comprende y comparte el "estilo Barça"; Puyol era el león de toda la vida; Valdés no se parecía a Casillas, ni falta que hizo. En fin, el Barça de cuando el Barça era el Barça. Delante teníamos una madres, sí, ¿pero cuántos equipos de madres nos han bailado en estos últimos 20 meses? ¿cuántos? No sé si será un espejismo, pero sí sé que lo de ayer nos viene de lujo en todos los sentidos: pie y medio en 1/4 de la Champions sin haber hecho nada, Europa acojonada y la plantilla, revitalizada.

Valdés: Le llegaron dos veces con peligro y le metieron dos. Y yo tan contento. Fue el Valdés de cuando no necesitábamos tener un portero que nos salvara de caer derrotados una vez sí y otra también. Pudo salir en el primero, pero el centro fue buenísimo y el desmarque también; en el segundo, la sensación general es que quedó en evidencia, pero yo no estoy muy de acuerdo con eso: él no se llama Val_Des_Sar y no mide 1.90. Le pillo a contrapié y poco más pudo hacer.

Abidal: ¡Hijoputa el negro! Hizo en los primeros 20 minutos de partido más centros al área con peligro que en los seis meses que lleva aquí. Que me lo expliquen. La buena primera parte de Ronaldinho fue en gran parte gracias a él, que no paró de desdoblarse y darle salidas, por fuera (como los tres primeros centros al área que no encontraron rematador) y por dentro (como en el chute de la segunda parte que desvió Henry y casi entra). En defensa no sufrió porque ellos no crearon nada por bandas. Así, sí.

Márquez: Mal: impreciso, despistado, precipitado. Falló demasiados pases fáciles. No porque los enviara al contario, que algunos también, sino porque complicaba mucho al receptor: pases atrás cuando el compañero va en carrera, cambios de juego que se quedaron cortos, etc. Lleva dos partidos horribles. Suerte que los delanteros del Celtic eran dos troncos, pero ya se vio cómo se las hizo pasar Oliveira el sábado pasado.

Milito: No estuvo tan mal como Márquez en el juego, pero tuvo el infortunio de aparecer en la foto de los dos goles en contra: en el primero puede hacer poco, como Valdés, porque la jugada es buena; pero en el segundo la caga bien cagada. El resto del partido estuvo firme, bien en la anticipación y sacando el balón con solvencia. Pero claro, si te meten dos goles en Europa y en los dos estás badant...

Puyol: Su puesto es el lateral, diga lo que diga él y cualquier otro. De central ya no vale, porque los otros tres son mejores que él en ese puesto. Incluso Thuram. Hasta ahora, Puyol ha suplido sus carencias tácticas con garra, pero ya se acerca a los 30 tacos y lleva muchos años en el taco, valga la rebuznancia. De lateral derecho lo hace bien, sube continuamente y ayer incluso fue capaz de poner un centro buenísimo que casi culmina Henry. Que se quede en la banda.

Touré: Un muro. A parte de cortar casi todo lo que pasa por su zona de influencia, que es muy amplia, el tío no pierde un balón. Sus controles orientados son más propios de un mediapunta talentoso que de un tipo de su tamaño. Además, se las lleva por arriba, con lo cual es imprescindible en todos los partidos de la Champions contra equipos británicos, alemanes e italianos.

Deco: Perdió muchas menos bolas de lo habitual, lo que demuestra lo madres que fueron los centrocampistas del Celtic. Tiene tanto oficio con el balón en juego como irresponsabilidad con el juego parado (protestas, tanganas, etc). La tarjeta que le sacaron es para correrlo a ostias. Se merecería perderse un partido importante por culpa de eso. Se entendió bien con Messi. menos con Henry.

Iniesta: Algo le pasa. Ayer fue el peor de los seis que jugaron de inicio de mediocampo hacia arriba. Claro que ser el peor en su caso no quita que jugara bien al primer toque, no perdiera balones y contemporizara el juego con el marcador a favor. Pero aun así estuvo muy mal para lo que en él es habitual. En mi opinión, se equivoca en los dos goles del Celtic: en el primero hace una ayuda demasiado larga a Puyol cuando éste no la requería; en el segundo, el tío que centra le supera con demasiada facilidad. No es normal. Además, no arriesgó nada, tal vez porque es el más listo de todos y vio que por primera vez en año y medio sus compañeros, los cracks, los fantástiscos, estaban entonados. Estará cuando se le necesite.

Messi: Volvió a ser Messi, y con eso está casi todo dicho. Los volvió locos a todos y, sin ser uno de sus partidos extraordinarios, metió dos e impregnó al equipo de su verticalidad.

Henry: Dio la sensación de ser el menos participativo de los de arriba y aun así se pudo ir a casa con cuatro o cinco goles en el saco. Hizo los movimientos precisos en los momentos oportunos. Siempre estaba solo porque siempre encontraba el hueco. Su gol es la marca de la casa. No hay nadie que haga eso mejor que él.

Ronaldinho: Pues eso, Ronaldinho, y no Caipirinho. Le debe unas cuantas rondas al entrenador del Celtic, que le puso enfrente a un chavalín de 19 años que sólo había jugado 21 minutos esta temporada...en la Copa escocesa. Recibió casi siempre de cara o en carrera, y no de espaldas como nos tiene acostumbrados desde hace tanto y tanto tiempo. Yo no sé si hasta ahora no podía o no quería, o si simplemente ayer se vendió ante toda Europa con la vista puesta en Junio. En cualquier caso, bueno para el Barça.

En la segunda parte salieron Xavi, que lo hizo todo bien; Eto'o, que dio el tercer gol (qué acojone debe dar un equipo que te está metiendo un soberano y baño y en el 75' te saca del banquillo a un jugador como Eto'o); y Guddy, que en lo poco que estuvo en el campo fracasó porque lo volvieron a poner de ariete (con lo fácil que era adelantar a Iniesta y poner al bacallà en el sitio que le corresponde...pero, vamos, sería pedirle demasiado al pechofrío de Neeskens)

lunes, 11 de febrero de 2008

Sevilla - Barça (Liga, 9 de febrero de 2008)

Desde que tengo uso de razón, en casa hemos funcionado como una montaña rusa: durante ciertas épocas, todo iba bien y éramos felices, una familia unida; las más de las veces, sin embargo, pequeñas y no tan pequeñas rencillas contaminaban el ambiente de tal manera que nos resultaba imposible convivir en armonía. Y cuando en una familia no hay paz, ni entendimiento ni unidad, nada bueno augura el futuro.

Planteamiento: La llegada del novio de mi hermana

Hace no mucho tiempo que atravesamos una depresión brutal: no nos hablábamos o lo hacíamos con resquemor. Cada uno iba a la suya. En éstas, llego él: un tipo alegre, bien vestido, de conversación agradable y maneras afectuosas, siempre dispuesto a echarte una mano. El nuevo novio de mi hermana fue un soplo de aire puro para la familia. Los domingos eran diferentes, mucho más gratos. Mi madre recuperó la ilusión de cocinar la paella. Tomábamos postre y todo, y eso que en casa nunca nos ha gustado el dulce. Pero cómo decir no a esos deslumbrantes pasteles (siempre distintos, siempre deliciosos) que invariablemente traía nuestro nuevo invitado.

Fue una época muy próspera. Tras un par de años de felicidad casi completa, incluso nos fuimos de vacaciones juntos. Todos: mis padres, mi hermana, su novio y nosotros dos. Fue maravilloso. Una semana en París, el viaje que siempre habíamos soñado. Sin él (el aspirante a cuñado) no hubiéramos ido nunca. Se encargó de todo: los alojamientos, los vuelos, la ruta y los tickets para las visitas ineludibles. Nunca supimos por qué nos salió tan barato. En cualquier caso, fue gracias a él. Yo sabía que tenía pasta porque conducía un BMW deportivo y vivía en la parte alta, muy alta, de la ciudad.

Esa mirada

Para el último fin de semana del viaje, nos tenía reservada la más bonita de las sorpresas: una visita a Versailles, un pueblo precioso. La visión de los jardines, esa majestusosa extensión verde iluminada por el colorido de las miles de flores distintas allí reunidas, es un recuerdo que no se me olvidará en la vida. Disfrutamos a tope esos tres días. Estábamos en el paraíso, y yo quise inmortalizarlo. Reuní a toda la familia e hice una foto para el recuerdo. Nada podía ser mejor, aunque me pareció que mi cuñado, que ya era mi mejor amigo, estaba un poco ausente.

De vuelta a casa, revelé las fotografías y las subí al Flickr. En una de ellas, aparecía él: el más grande. Hace un montón de aquello, y desde entonces han ocurrido muchas cosas -todas malas- pero por entonces (aún) todo era perfecto. Por alguna razón, acompañé la fotografía de un comentario que expresaba un tímido reproche hacia nuestro guía y mentor: él nos había llevado hasta ahí, pero en el día más bonito vi alguna cosa rara en su comportamiento y en su mirada. Y lo escribí en ese comment. Mi hermana y todos los demás me censuraron, por supuesto. Con razón, pensé entonces. Me equivocaba. Se equivocaban ellos también.

Nudo: La metamorfosis

Después de aquel viaje inolvidable, el novio de mi hermana nunca volvió a ser el mismo. Seguía viniendo los domingos a casa, pero la atmósfera era diferente: ya no participaba tanto en las conversaciones, venía sin afeitar, con ojeras y dejó de hacer cariñitos a mi hermana. Yo me di cuenta enseguida, pero al parecer era el único que lo notaba. Se lo comenté a mi novia, que tiene vista de lince para estas cosas, y me contestó que eran imaginaciones mías. Que, como siempre, iba a contracorriente. Que hablaba por envidia o por llevar la contraria. Pero a mí ese no me engañaba...

Por fortuna, se habían unido algunos a la familia otros miembros que nos permitieron mantener el estado de euforia y optimismo: yo tenía predilección por el primo Andresín, que vino del pueblo a las 12 años y me cautivó desde el primer día; estaba Leo, que también vino de pequeñito, aunque de mucho más lejos, y al que iba a ver solo cada fin de semana cuando el resto de la familia ni sabía que existía; y hace poco se unió otro chiquito, aún más joven, que había crecido en el pueblo de Lleida donde nació nuestro tío-abuelo Josep Maria. Todos ellos contribuyeron, en menor o mayor medida, a hacer de nuestra familia un clan unido y feliz. O al menos eso parecía.

Sin embargo, yo estaba obsesionado con ese tío, el novio de hermana. Estaba jodiendo todo lo que contribuyó a construir, y allí nadie se daba cuenta o no quería verlo. Seguía trayendo los postres cuando venía a casa -cada vez más de tanto en cuanto- pero de aquellos deliciosos pasteles, ni rastro. Como mucho, alguna tarta de manzana preparada, de esas cutres. Había dejado de esforzarse lo más mínimo en agradar. Pero ni mi hermana, ni mis padres ni el resto de la familia le daban importancia a esa súbita transformación en su comportamiento.

Empezaron los desencuentros: en septiembre, nos prometió que nos conseguiría entradas para el gran premio de Mónaco pero a la hora de la verdad no cumplió y perdimos el dinero de los billetes de avión; en diciembre, dijo que le podríamos acompañar a Japón, donde tenía que cerrar un proyecto a escala internacional, pero luego nos contó que unos brasileños se le adelantaron y le levantaron el negocio.

Desenlace: La putrefacción

Hacía tiempo que allí olía a podrido. Las fiestas navideñas fueron pura fachada. Para entonces, yo no lo podía ni ver, y ya no disimulaba la repugnancia que me producía el tipo. Argumentaba mi malestar a quien me quisiera escuchar. Los pocos que lo hacían no daban crédito a mi desesperanza. Decían que no se podía dudar de él, que él nos había convertido en lo que éramos, una familia feliz. Por lo que a mí respectaba, hacía meses que se me había olvidado los tiempos felices de París.

De Navidad a verano no cambió nada. Cada domingo era un martirio para mí. Había clichado al tipejo desde hacía ya muchos meses y el tiempo me daba la razón día sí y día también. No podía soportar odiarle en secreto. Y encima, los demás le colmaban de elogios cada vez que traía una puta tarta de manzana precocinada. La gran mentira de las tartas de manzana: tan dulces como falsas. Pero claro, yo no podía hacer nada. Era un mindunguis. Visionario, pero mindunguis. Aun así, albergaba esperanzas de que mi hermana le diera boleto en verano.

Pero no lo hizo. La muy gilipollas no lo hizo y los tontos de mis padres la apoyaron en su decisión. Se creyeron sus falsas promesas. Que cambiaría, que volvería a ser el del principio. Hizo caso a sus amigas envidiosas, que le insistían en lo guapo y bueno que era, en la de novias que iban a cortejar en cuanto saliera de ella cualquier asomo de desdén hacia él. ¿Cómo lo iba a dejar escapar si todo el mundo lo quería?

¡Bah! Aquello era el final. Ya no había nada que hacer. La podredumbre empezó a alcanzar incluso a los recién llegados. A Eric, por ejemplo, uno de los últimos en unirse a la familia, que tan mono y orondo parecía cuando vino..., y ahora da asquito verle. E incluso, ¡horror!, a mis familiares favoritos: al pequeño Leo, que tan buenas migas hizo con el falso prestidigitador, y ya empieza a parecer una copia mala del niño travieso y genial que había sido hasta el momento; y a mi mayor debilidad, Andresín, al que vi triste y deprimido por los campos de Sevilla, hace sólo un par de días.

Todo está podrido. Ya nada puede ir a peor. No me consuela que ahora todos los de la familia me vengan y me digan al oído que yo tenía razón. Bueno, no me consuela, pero alimenta un poco (más) mi ego. Yo tenía razón. Claro que tenía razón. Yo casi siempre tengo razón en estas cosas. Aun así, hay algún imbécil en la familia que a estas alturas aún va diciendo que el tipo no puede ser tan nocivo, que ahí hay algo que no encaja. En fin, también mi madre me sorprendió 40 veces en mi habitación con la peste a porro y la pobre se hacía la sueca. El amor, el desamor.

Créditos: Transcripción para memos

Pues eso. No tenía ni putas ganas de hacer una crónica del Sevilla-Barça y en su lugar he escrito un cuento basado en hechos reales. Tampoco hubiera podido hacer un 1x1 tan riguroso como acostumbro, ya que me perdí parte de la primera mitad del partido porque estaba haciendo la crónica del DKV-Madrid. Y entre lo poco que vi, hubo cinco llegadas claras del Sevilla y tres pases malos de Iniesta. Entonces pensé: si la metástasis ha llegado hasta Iniesta y la medicación para la segunda parte es eso que hay en el banco (que es precisamente lo que provocó el cáncer), casi mejor me lo ahorro. Así que la segunda parte la escuché por la radio de camino a casa.

A mis inteligentes lectores no hará falta explicarles en qué personaje real está basada la figura del hermano de mi novia, ni quién representa que es mi familia, ni cuál fue ese viaje a París, ni dónde se encuentra esa "majestuosa extensión verde". Algunos personajes secundarios de la historia (Andresín, Leo, Eric, etc) aparecen con sus nombres reales, y otros de los objetos y circunstancias descritas son fáciles de identificar ("la gran mentira de las tartas de manzana", dulces pero falsas, son esos goles a balón parado con los que el protagonista logró engañar a unos muchos; esas experiencias frustradas en Mónaco y Japón corresponden a algunos de aquellos títulos tirados a la basura). Y el que necesite una transcripción más clara, es que no aún no se ha dado cuenta qué pasa en Can Barça y hacia dónde nos dirigimos. Nada grave, en cualquier caso. A peores cosas no hemos puesto remedio a tiempo la familia culé. Y así nos va.

Que nos sea leve en nuestro viaje por los tiempo oscuros que tienen que venir.

lunes, 4 de febrero de 2008

Barça - Osasuna (Liga, 3 de febrero de 2008)

El jueves fui por primera vez al Camp Nou después del Barça-Madrid. He tardado en volver lo mismo que Caipirinho. Nada ha cambiado demasiado. Bueno, vuelve a estar Messi, pero no es el Messi de siempre. Lees los periódicos, escuchas las tertulias y todo el mundo concuerda en que Messi dio una exhibición contra el Villarreal. Qué queréis que os diga, yo espero mucho más de él. En mi óptica del mundo, Messi hizo 20 minutos deslumbrantes en la primera parte y dos o tres chispazos en la segunda. Y ya. Claro que los demás, ni eso.

Vaya por delante, muchos de vosotros lo sabéis, que la primera vez que vi jugar a Messi no creo ni que tuviese pelos en los huevos. Él, que yo ya me los depilaba. La primera vez que le dije a alguien que sería un crack mundial, en plan "acuérdate de este nombre", no creo ni que fuera juvenil. Uséase, hace muchos años ya. Ahora ya es una estrella mundialmente reconocida. Demasiado pronto, tal vez.

Lo que vi el jueves contra el Villareal en Copa me produjo sensaciones encontradas: por una parte, sigue siendo uno de los escasísimos jugadores que te hace mantener la vista absorta en el juego cada vez que coge la bola, porque en cualquier momento del partido y en cualquier parte del campo puede hacer algo increíble; por otra parte, Messi ya no es el chaval ilusionado que lo peleaba todo y hacía lo que fuera por agradar. Está mucho más estático en el campo, no sigue a su par en defensa a no ser que haya sido él quien ha perdido la posesión y tiene tanta confianza en su gambeta que demasiado a menudo se olvida de jugar en equipo.

Esto es lo que pensé tras el partido contra el Villareal, en el que hizo cosas extraordinarias. Después del partido de ayer, en el que sólo tuvo tres mini chispazos, ya me estoy empezando a preocupar de verdad. Que se carguen ya a Camerún, porque Messi no puede jugar dos partidos por semana. Ya lo decía Perarnau.

El virus de la fatiga

La otra mala noticia de la semana es el regreso de Fatinginho Gaucho. Su partido contra el Villarreal se resume tal que así: 20 minutos haciendo el payaso en la banda (dos de ellos esprintando y haciendo skipping como un chalado y los 18 restantes soltando piernas por el esfuerzo) y 10 minutos haciendo el pena en el campo. Entre sus contribuciones al juego cabe destacar: despistar a Messi en el chute del penal, hacer dos pases al contrario (eso sí, sin mirar) y situarse de hombre boya para perder cuantas bolas le llegaron. También hizo un par de faltas, la cual cosa fue suficiente para que la prensa escribiera que se le vio "voluntarioso". ¡No te fastidia! ¿Voluntarioso? Un cero a la izquierda es lo que es.

Me invitaron también al Barça-Osasuna de ayer, pero la verdad es que no tenía ni putas ganas de ir al campo. Tarde desapacible y equipo insulso. Que vaya al estadio Rita the singer. La derrota del Madrid en la víspera, de la que me tocó hacer la crónica, no era una motivación ni todo lo contrario. Da igual lo que haga el Madrid. Mientras nosotros continuemos así, re de re. Aunque claro, ahora tenemos hilo musical en el estadio al estilo de los pabellones de hockey hielo (tatatatán tatán). Y no sólo eso. Tenemos un lema: Mecagoncony (¿"me cago en diez"?). Supongo que el lumbreras que se ha inventado esto y su "equipo de trabajo" tendrán unos 27 másters en marquéting entre todos, pero a mí me parece una memez. Una estrategia cutre y chabacana que se les debió ocurrir a alguna panda de imbéciles con traje y corbata, que borrachos perdidos después de alguna opípara comida de Navidad con el bacó y sus secuaces, hicieron un brainstorming y les salió eso. Si un caso, que jubilen a Manel Vic y que pongan en su puesto a Mermelada, ahora que se ha quedado sin curro. Y ya la hacemos del todo. En fin...

En cuanto al fútbol: como en la Copa, hicimos una primera parte decentilla y unos segundos 45' lamentables. No metemos un gol ni al arcoiris. Con Messi y Henry desaparecidos, sólo Bojan cumple delante. Y no es que esté especialmente afortunado, pero al menos hace en todo momento los movimientos correctos. Eso se ve en el campo. Lo vi contra el Villarreal. Bojan se mete hacia dentro y deja el carril para el lateral en el momento adecuado (no como Messi, que lo hace por defecto), se abre a banda cuando el juego lo requiere y entra en el área a degüello sólo cuando la jugada huele a opción de remate. Y además, es el único que dispara con intención. Ayer, dos chutes ajustadísimos a los palos que obligaron al portero a intervenir. No como Deco, que parece el primo gitano de Johnny Wilkinson. Por cierto, ¿por qué coño cuando un jugador de fútbol chuta alto se dice que "ha hecho un ensayo" si la marca, en rugby, se hace con la mano? En todo caso, sería un golpe de castigo o un drop, pero no un ensayo. En fin, la ignorancia, ya se sabe... Me encanta el rugby. ¡Qué gran deporte!

Decía... Leo, messing; Henry, lo mismo; Iniesta, a lo suyo, salvando el culo al hatajo de incompetentes que le rodean; y Milito y Valdés, en su buena línea. Los demás, fatal, horribles, de pena. Con dos honrosas excepciones, que además son dos de los que tengo en mi lista negra: Thuram y Gio 2Santos, decisivos ayer. Y Márquez, que tampoco lo está haciendo mal teniendo en cuenta sus antecedentes más cercanos.

Valdés: Muy bien. Blocó un trallazo en el minuto 93 que muy pocos porteros, incluido Casillas, hubieran osado atajar. Bien también en los balones aéreos. Y tiene otra cosa que me gusta mucho: en cuanto bloca, ya está mirando a quien dársela para sacar la contra con rapidez.

Zambrotta: Tuvo un par de partidos buenos cuando recuperó la titularidad y ahora ya vuelve a ser el mismo tronco de siempre. Entra al bulto y hace faltas innecesarias en los momentos más inoportunos. Y esos despejes al centro del campo sin siquera mirar...

Thuram: Donde dije torpe digo torete. Ayer fue el mejor defensor, por arriba y por abajo. ¡Incluso parecía rápido! Hizo tres cortes espléndidos en sendas jugadas de peligro, y no le recuerdo un mal pase en todo el partido. Impecable.

Milito: No flojea y eso es un alivio. Perfecto en la anticipación y un peligro latente en las jugadas a balón parado. Empieza a recordarme mucho a Ayala,uno de los mejor defensores que he pasado por la Liga española en los últimos años.

Abidal: Todo el mundo le ve fantástico. Nintendo. Tanto en Copa como ayer subió 200 veces y no puso ni una bola buena (¿alguien vio el centro de Coloccini en el Lopera? Eso es un centro, coño, no creo que sea tan difícil...). No se entiende con Henry y comete errores absurdos con el balón en los pies. Sí, vale, llega el minuto 93 y se pega un sprint de 30 metros para llegar a una balón. ¿Y qué?

Márquez: ¡Psé! No es lo del año pasado, que como pivote estaba más fuera de onda que un obispo en el Saratoga, pero sigue fallando muchísimos pases. Tiene una cosa muy buena, el desplazamiento largo, la cual cosa me confunde: ¿cómo un tío que la pone al pie en carrera desde 40 metros es incapaz de hacer un pase raso en horizontal a un tío que tiene al lado? Al menos, con él el el centro del campo, nos llevamos algún que otro balón por arriba.

Deco: No puedo comprender cómo un tío que tiene el fútbol en su ADN puede fallar tantísimos pases sencillos y chutar tan mal a puerta. Cubre mucho campo, hace bien el repliegue, saca el contrataque con fuerza y demás, pero es llegar a 10 metros del área grande y se le para el contador de ideas. Si realmente no hay que esperar más de él de lo que está dando ahora, puerta.

Iniesta: Estuvo flojillo contra el Villarreal, pero ayer volvió a ser el barómetro del equipo. Tiene un cambio de ritmo con el balón enganchado al pie que ni Asafa Powell. Casi mete un gol y todo. Y físicamente, está hecho un monstruo. Hasta para ir a abrazar a Xavi en el gol se pegó un sprint brutal. Es un genio.

Messi: Ayer estuvo los primeros 20 minutos y después se fue. Lo que más miedo me da es que antes, aun sabiendo los defensas que iba a regatear hacia dentro, no se la quitaban. Ayer ya le robaron unas cuantas. No me gustó su actitud contra el Villareal y no me gustó su juego ayer). Es un pecado ponerle en duda, pero yo creo que habría que dosificarle mucho más. Que pronto llega la Champions.

Henry: Otro que no puede jugar seguido. Su mejor virtud a día de hoy es que es lo suficientemente listo como para vivir al borde del offside. Y eso da goles, que se lo pregunten a Lineker o a Hugo Sánchez. Lo malo es que, quitando el partido contra el Murcia, aporta poco más que eso.

Bojan: En un partido gris, es capaz de chutar dos veces con peligro y dar un pase sensacional a Iniesta para dejarle en una mano a mano contra el portero. Y además, tuvo un casi gol en la última jugada de la primera parte. Y lo que nos queda.

Gio2 Santos: Bien, bien, sí señor. Le tengo un gato considerable, pero hay que reconocer que fue el único de los seis cambios hechos por el míster en los últimos dos partidos que aportó algo diferente. Y bueno. Su control en la jugada del gol de Xavi es de tener ganas. Fatiginho no va a por esa bola ni de coña. Como mucho sube el pulgar y aplaude el pase. Pero de ir a buscarla, lo sueñes. Le pone huevos aun siendo consciente que no gusta a la gente del Camp Nou.

Caipirinho: Muérete.

Xavi: Otro caso como el de 2Santos. Cuando vienen mal dadas, siempre sale con alguna de éstas. No era fácil empalarla. Y lo hizo perfecto. Tapando bocazas por otros cuantos meses.

lunes, 28 de enero de 2008

Atletic de Bilbao- Barça (Liga, 28 de enero de 2008)

El sábado me lo pasé muy bien viendo el AXA Barça – DKV Joventut en la redacción. El partido estuvo muy bien y la compañía también; Albert rajaba a la vez de tres árbitros, tantos como pantallas de televisión tenía en su marco de visión (un partido de la Copa África, otro de la FA Cup y el de básquet); un veterano especialista en baloncesto comentaba el partido desde su muy particular prisma del deporte y de la vida; y el resto, yo incluido, emitíamos sonidos guturales con cada triple estratosférico (hubo varios) y, sobretodo, con el mate de Ilyasova (minuto 2:27 del resumen de acbtv y futuro nº1 en las jugadas de la semana). En fin, muy entretenido. Además, me tocó hacer la crónica.


De hecho, de un tiempo a esta parte veo mucho más baloncesto que fútbol por la tele. Puede parecer oportunista decirlo ahora. Será porque lo es. O será porque damos pena por lo que ahora prefiero el básquet. O no, porque en básquet también hacemos el rídículo, y muy a menudo además. Pero al menos no resulta taaaaaaaaan aburrido ver un partido, y mucho menos verlo en directo. Vamos, que no cambio la mañana que pasamos con Peluti en el Palau d’Esports de Badalona asistiendo al DKV-Akasvayu por ningún partido del Barça de Rijkaard esta temporada. Ni de la anterior.


En cualquier caso, los que de verdad se lo pasaron bien fueron los aficionados de la Penya. Aunque perdiesen. Al inicio del partido, cuando la gente del Palau recibió a Dusko (¡vete ya, loser!) con pañuelos, la peña de la Penya cantaba “¡Dusko quédate!”. Después, durante el partido, los badaloneses se lo seguían pasando muy bien al grito de: “¡No sou un club, sou una secció!”. Reconozcámoslo, es muy bueno. Al final perdieron, pero vieron un partidazo y se rieron a gusto.


Si en básquet no llegamos a ser un club y nos quedamos en secció, en fútbol no llegamos siquiera a ser un equipo. Somos un equipinho (entiéndase la terminación –inho como un sufijo de carácter peyorativo al estilo de –ucho). Un equipucho, vaya. El mecagontódromo fue creado para lunes como hoy:


Valdés: Hizo lo que pudo, que es mucho pero es menos de lo que podría haber hecho otro. Dicho de otra manera (una manera arbitraria e injustísima con él): la sensación con la que me quedo es que el gol del Atletic, a Casillas no se lo meten. Me sabe mal escribirlo, porque VV no sólo es de los pocos que se salva con nota sino que además , con Iniesta, es el único que tiene huevos para dar la cara delante de la prensa después del partido en días como el de ayer, pero este match, con Iker, son tres puntos al zurrón. Es así de triste y así de cierto.


Zambrotta: A todo un campeón del mundo debería hacerle reflexionar el hecho de que seamos tantos los que echemos de menos a un patán de la calaña de Oleguer. Atención al dato: Oleguer, que lo más redondo que ha visto es la chapa del burro catalán que lleva en la chupa mugrienta que se pone cuando va a los conciertos de sus amigos escisionistas, rinde más que este sinvergüenza. Ale, vete a hacer la pasarela a Milán, a ver si te engancha alguna banda de osos amorosos a la salida del desfile y te dejan la retaguardia como el coladero que es nuestra parte de atrás. Una autopista sin peaje por la que circularan tantos ositos del amor como extremos se te rifan partido sí y partido también. Te iban a dejar el 'Kaka' como la bandera de Japón. Y tu mujer y tus coches, que rulen a modo de leasing entre los socios afrentados. ¡Mamón!


Thuram: Otro que tal. Le voy a llamar “el de negro”. No por su piel, sino porque a éste se le valora como a los árbitros. Si no se sabe de él en todo el partido, buena señal. Ahora, a la que el locutor le nombra, cagada la hemos. Aun siendo, con Puyol, es el que más veces tocó ayer el balón, casi no me di cuenta que estaba en el campo hasta que lo vi en la jugada del 1-1. Y claro, cagada pasturet.


Puyol:
Que uno de los centrales sea un tocho, vale. Cuando los dos lo son, jodido. Vale que cuando uno hace lo que puede no está obligado a más, pero claro, si cobras unos cuantos millones de euros al año, fóra bo que fueses capaz de hacer bastantes cosas. Este tío lleva 73 años jugando al fútbol y aún no entiende casi nada del juego. No sé qué coño hacía en el área del Atletic en la única oportunidad que tuvimos en la segunda parte, pero ya que estás ahí, chico, haz algo positivo. Por una vez en tu vida, piensa. Cualquier jugador que tenga el juego en la cabeza, en esa jugada se abre de piernas y deja que pase el balón. Él, no. A lo bruto. A lo torpe. Y dicen que de joven era ariete. Pues nada, a-riete a tomar por culo al Tottenham, majete.


Sylvinho: Que juegue un partido está bien. Que juegue dos seguidos, no está mal de vez en cuando. Pero más ya no. Su procesador peta. Alt + Ctrl. + Supr. Click en Administrador de tareas > Procesos> Terminar Proceso. La culpa del gol en contra es en gran parte suya (a pachas con Henry). Ya lleva unos cuantos años aquí y debería saber que el concepto cobertura es una quimera para los extremos de este equipo (a no ser, claro, que estés en el Camp Nou y tengas la desfachatez de hacer un sprint de repliegue de cara a la galería con la exclusiva finalidad de arrancar un aplauso de la masa borreguil). Al menos se internó un par de veces en el área, pero el único buen centro que puso el que apareció para rematar fue…Puyol.


Xavi: Se ve que jugó. No tuve constancia de ello. Espera, espera… ¿Sí? Dime, dime… Sí, me dicen que es el que cambiaron por Edmilson. ¡Ah! vale, vale. Pues nada. En campos como San Mamés, donde la brega se da por supuesta, el tipejo este se esconde como el capitán Haddock de la Castafiore. No le busques que no le encontrarás. Se lo traga la tierra. Como a Antonio Anglés. Ale, ya me he hartado de defenderle. Cobarde.


Deco: Éste, todo lo contrario. Le va la marcha y en partidos como el de ayer se nota. Lo cual no es indicativo de que lo haga bien, porque de él se espera algo más que de…Víctor Muñoz, por poner un ejemplo. No es suficiente con poner carácter. También hay que poner bien el cuerpo cuando rematas a portería. Uno de las reglas de oro del disparo a puerta es: cuerpo atrás = pelota arriba. Te la explican cuando eres alevín, pero se ve que Deco faltó a clase ese día. Debía estar armando gresca en alguna favela.


Iniesta: La mejor noticia del último año y medio en Can Barça es que Andrés de todos los Santos ha renovado hasta el 2014. Un contrato muy largo para mi gusto, pero espero por nuestro bien que él no se acomode como han hecho tantos otros. Sería el tiro de gracia. Ayer fue otra vez el mejor. Como siempre. Le pegaron 200 palos, provocó todas las tarjetas del rival y aun así no se escondió como otros. Y eso que le tocó hacer otra vez de pivote defensivo, tarea que le resta capacidad de desequilibrio pero que tiene que hacer él porque sus dos compinches de ayer en el centro del campo son sencillamente incapaces de dar las mínimas garantías en esa posición. Si el morfinómano del míster viera más allá de la niebla de cáñamo que le nubla la vista le hubiera subido al extremo cuando sacó a Guddy por Bojan. Pero qué va…


Bojan: Justo antes de que la enchufara, estaba pensando que por primera vez desde que lo veo jugar (y ya hace bastantes años) iba a rajar de él. Pero lo que tienen los grandes jugadores es que hacen callar hasta a los cronistas más certeros y mordaces, como es mi caso. Pese a todo, tengo que decir con todo el dolor de mi pluma que no le veo bien. Está atrapado por las ataduras tácticas a las que le somete el imbécil de su entrenador. Como ni Dios le hace caso, Rijkaard debe pensar: “Bueno, el chaval este parece educado y hace caso de sus mayores”. Pues mal. Tonto del culo. Porque a un talento así no se le reprime. Bojan no está dando ni la mitad de lo que puede dar. Cuando la tiene la mete, porque es muy bueno, pero ayer no le vi nada más que una vez. Y eso no mola. Creo que es mejor que salga del banquillo. Rendirá más. De momento.


Henry: Resulta que a Thierry el dandy no le gusta jugar en campos estrechos. Tiene pinta de convertirse en el típico listillo que sólo rinde en los partidos de casa, para agrado de su público. Por mí vale, siempre que le rebajen el sueldo a la mitad. A prendre el pél a la iaia turista, hombre, que a mí no me la das con rocafort. Qué manera de esconderse el tío. Si os fijáis en el gol, el desgraciao ni siquiera le disputa el balón aéreo a su par. Qué poca vergüenza.


Messi: Debe ser una putada ser hincha de un equipo que se enfrenta a Messi. Cada vez que coge el balón, acojona. Siempre parece que puede ser gol, aunque la agarre en su propia cancha. El problema es que casi nunca es gol. O hace un quiebro de más, o se la pasa al torpe, o llega cansado al momento decisivo de la jugada o le pegan el gran palo. Es bonito verle jugar… Iba a poner un pero aquí, pero…no. Con él no. Paso. Es hermoso verle jugar. Y punto.


Edmilson: Si estaba bien, tenía que haber jugado de inicio. En el rato que estuvo no hizo nada.


Guddy: El gilipollas del míster lo sacó en plan Alexanco. Aún no ha entendido que el bacallà no funciona como delantero. No pudo hacer nada porque salió justo cuando el equipo encajó el gol. Vaya ganas.

Villareal- Barça (1/4 Copa del Rey ida, 24 de enero de 2008)

Pensaba de lo daban por TV3, pero resultó que no... Me quedé sobado mientras escuchaba la retransmisión de RAC-1. Era la primera parte. Al final 0-0.

lunes, 21 de enero de 2008

Barça-Racing (Liga, 20 de enero de 2008)

Lo bueno de mosquearte con la novia en el único día de asueto de la dura semana laboral es que tienes toda la tarde del domingo para leer El País... y para seguir la jornada de Liga. En este orden. En circunstancias normales, El País del domingo me dura toda la semana: el diario, permanentemente encima de la mesa del comedor o, en su defecto, en el revistero; el suplemento Domingo, en el suelo, a los pies de la mesita de noche de mi habitación; y la revista El País Semanal, en la bolsa que me llevo al curro, para leerla durante la hora del tupper (cuando no hay una conversación sobre sexo con la niñas, cosa que ocurre frecuentemente gracias, en gran parte, a mi habilidad para relacionar cualquier frase inocua, tema de actualidad o acción cotidiana con tetas, culos y coitos).


Bien. Ayer fue una jornada dominical distinta. Mi novia se molestó conmigo por quitarle sin consultar el programa de cotilleo que estaba viendo para poner el balonmano. Me mandó a la mierda y dio un portazo, lo que interpreté como una invitación a coger El País e irme al bar de la esquina a ver el fútbol. No eran ni las 18.30 horas. En media hora jugaba el Madrid en el Calderón y seguidamente, el Barça. La tarde pintaba bien.


Una vez en el New York, la primera vez que levanté la cabeza del periódico (aún no me había dado cuenta que el derby madrileño ya se estaba jugando), fue para ver a Raúl señalándose el dorso. A tomar por culo. Durante la primera parte, volví a mirar la pantalla unas cuantas veces más. El partido era entretenido. Para cuando marcó RvN, estaba en la sección “España” del El País. Desde entonces hasta que acabó el partido apenas volví a levantar la mirada.


Con el pitido inicial del partido del Barça, ya estaba por la sección de Deportes (la última del diario desde que han cambiado el diseño y Economía ha pasado más adelante). Entrevista a Raúl. Me leí la sección durante los primeros 10 minutos del partido. Casi me supo mal finalizar el diario. Para lo que había que ver en la tele…Así que cogí el Domingo. Gallardón. Interesante, bastante más que lo que daban por la tele (a saber: un negro con tatus en el cuello que parecía salido de la gang de Snoop Doggy Dogg rifándose a Puyol cada viaje). Por suerte o por desgracia, mi amigo Jordi vino a hacerme compañía al final de la primera parte, y desde entonces me tuve que tragar el partido. Pero no hay mal que bien no venga. Aguantar el peñazo me sirve al menos para escribir el 1x1:


Valdés: Perfecto. Le sienta bien el look de portero de Luz de Gas. Tuvo una faena y la resolvió. El partido no le exigió más.

Zambrotta: Estoy por mirar qué laterales derechos están jugando en los grandes euipos italianos, porque la mejora en el rendimiento de éste tipejo tiene que tener truco: habrá visto que no tiene sitio ni en el Milan ni en el Inter y ha decidido espabilar. Debe haber pensado que con Puyol lo tiene mejor. Bienvenido sea. Ayer hizo su segundo centro con intención en una semana (o en un año y medio, según como se mire), pero Henry se elevó demasiado pronto.

Puyol: Supongo que los diarios dirán que actuó con coraje, que se dejó la piel y tal. Bueno, qué menos. Cuando un jugador no sabe dar un pase a más de cuatro metros, la garra se el supone. Ayer, el amigo de Snoop Dog se le fue como quiso en los primeros 20 minutos. Suerte que tiene al lado a Milito. Haría bien en aprender a colocarse como él (más vale tarde que nunca), porque el derroche físico que hace en cada partido desde hace 6 temporadas ya le está empezando a pasar factura.

Milito: Me encanta. Parece que sepa dónde va a ir el centro incluso antes de que el propio jugador rival golpee. Siempre esta allí donde va la bola para sacarla. Se ha hecho con el mando del centro de la defensa. Está achantando a Puyol a base de solvencia. Un dúo con Márquez es de lo mejorcito que hay hoy en día, a la altura del Ferry-Carvalho de hace un par de años.

Sylvinho: Demasiados partidos seguidos. Ayer tocaba dormir. Igual en la libro ese raro que lee, la Biblia, prohíben sudar en domingo. No se dignó a subir ni una sola vez, y si no lo hace, mejor que no juegue. Al menos sacó un par de faltas con peligro, que ya es más de lo que se puede decir de otros.

Guddy: Juega cada vez más y no desentona. No hizo nada del otro jueves, pero fue el mejor en los primeros 20 minutos, cuando casi todos sus compañeros parecían estar casi tan emp@rrados como su entrenador en la rueda de prensa previa al partido. Entra bien desde segunda línea, mucho mejor que Xavi, pero no le llegó ni una.

Deco: Alguien debería haberle gritado desde el banquillo la de Bilardo: “¡Los coloraaaaaaaooooooos! ¡Los coloraos son los nuestros! La puta que te parió, pelotudo, dásela a los coloraaaaaaaoooooooos!”. Si no dio 20 pases al contrario no dio ninguno. Y sólo en el rato que vi. ¿Tan difícil es dársela a los que van vestidos como uno? Vale que recupera, que muerde, que tapa….pero chico, no creo que sea tan difícil. No para uno que cobra lo que éste.

Iniesta: Los cinco mejores detalles de partido salieron de las botas de Don Andrés. Es una maravilla. Recibe, orienta con el control, acelera con el balón pegado a la bota y ya le has visto. Ora un sombrerito, ora te la doy con el tacón. Que la esperas corta, la doy larga al lado contrario; que piensas que voy a hacer un desplazamiento, te la meto entre líneas y no te enteras, contreras. Es un puto genio. Amén.

2Santos: Vale que me gusta llevar la contraria, pero tampoco veo tan mal al chaval. Debe ser que yo le he visto jugar muchas más veces que el resto de la gente y ya sabía lo que hay. Ahora al menos le pone ganas y lo intenta. Incluso baja a defender. Mal, pero lo hace. Lo que pasa es que el respetable lo debió ver en el Gamper y pensó que era el nuevo Caipirinho. Y de hecho lo es, sólo que saltándose los años buenos. ¡Ah, aquellos años...! (aquí he parecido Monegal).

Bojan: No tiene suerte. Se mueve bien y busca espacios, pero los compañeros aún tienen otras prioridades: en estos momentos, Henry. Pero aun sin hacer nada, pudo haber marcado a balón parado. A ver qué tal se entiende con Messi. Tengo esperanzas depositadas en esa sociedad.

Henry: Bien a secas. Sin alardes, estuvo en todas. Y la que tenía que meter la metió porque estaba donde tenía que estar. Y poco más.

Márquez: Salió un ratico a estirar las piernas y porque cualquier excusa es buena para cambiar al bacallà. No lo hizo mal. Perdió pocos balones comprometidos, la cual cosa es un gran mérito para él.

Messi: Cuando salió él cerré y doblé el País. Ya no iba a volver a abrirlo. En la primera que cogió, ya se fue como una bala, como acostumbra. La sensación fue como cuando pillas los últimos dos segundos del anuncio de la nueva temporada de esa serie que te tiene loco. Lo jodido es que sólo vimos título: el 7 de febrero, nueva temporada de Lost. Y es que en esa jugada lo acabaron cazando, y ya no volvió a aparecer. Pues eso: próximamente en sus pantallas.